2008/08/08

Consecuencias francesas de la represión en Alemania y 3


Pero es otro acontecimiento el que va a provocar, un gran día, el surgimiento del movimiento autónomo. El 5 de septiembre, el presidente de la patronal alemana, Hans Martin Schleyer, es secuestrado por la Fracción del Ejército Rojo. La RAF exige un intercambio con sus militantes encarcelados. El 13 de octubre, un comando palestino secuestra un avión de Lufthansa con todos los pasajeros como apoyo a las reivindicaciones de la RAF. En la noche del 17 al 18 de octubre, las autoridades alemanas ponen fin al secuestro, y anuncian a la mañana siguiente el “suicidio” de tres militantes de la RAF (Andreas Baader, Gudrun Ensslin y Jan-CarlRaspe) en la prisión de Stammheim. Para los militantes de extrema izquierda, estos tres prisioneros han sido asesinados. La edición del martes 18 del rotativo Libération ha sido entonces impresa demasiado pronto como para tener en cuenta los hechos de esa noche. En este número, el periódico oficializa su ruptura con el movimiento revolucionario al condenar la acción de la RAF. En portada aparece: « RAF-RFA: la guerra de dos monstruos». Al siguiente día, la RAF anuncia entonces la muerte de Hans Martin Schleyer. El miércoles 19 de octubre, se organiza en París una reunión de autónomos en la que se juntan 70 personas. El jueves 20, nuevamente se reúnen y esta vez son 100. La muerte de los militantes de la RAF es un choc para muchos. Se trata pues de organizar de inmediato una movilización ese mismo viernes por la tarde. La policía impide la reunión: 300 personas son arrestadas. El sábado, 200 autónomos se dan cita en la Universidad de Vincennes. Los autónomos consideran una traición la condena realizada por Libération. Este periódico surgido del movimiento maoísta venía siendo percibido hasta ese momento por muchos militantes de extrema izquierda como el periódico oficial del movimiento revolucionario: muchos militantes, incluso los futuros autónomos, habían participado en su aparición en 1973 por medio de suscripciones. La mayoría de los grupos de extrema izquierda tenían entonces por costumbre publicar sus comunicados en el diario, que se pretendía autogestionado y escrito en parte por sus lectores. Pero desde 1973, los periodistas de Libération venían evolucionando, abandonando progresivamente sus referencias revolucionarias terminando por formar un periódico de corte clásico. En 1977, muchos militantes de extrema izquierda rechazan esta evolución del periódico, al que consideran aún como suyo. Por todas estas razones, los autónomos ocupan los locales de Libération el domingo 23 de octubre y exigen poder publicar una página, manera ésta de poder contestar la negativa del periódico a publicar convocatorias de movilización a lo largo de la semana. Los periodistas rechazan las reivindicaciones de los autónomos, la ocupación se prolonga a lo largo de toda la jornada, impidiendo así la salida del diario la mañana siguiente. La movilización adquiere continuidad con motivo de la extradición de Klaus Croissant, abogado de la RAF refugiado en Francia. Los autónomos se hacen notar con acciones émeutières en las manifestaciones: rotura de vitrinas y enfrentamientos en particular con la policía. A continuación, estas acciones violentas de los autónomos serán sistemáticas en todas las manifestaciones. Estas movilizaciones van dando amplitud al movimiento autónomo: es así como el sábado 29 de octubre la Asamblea parisina de Grupos Autónomos (APGA) convoca a 500 personas en la Universidad de Jussieu. A partir de este momento y hasta el mes de abril, en Jussieu se organizan semanalmente asambleas generales autónomas que reúnen entre 200 y 300 personas.
Klaus Croissant es finalmente extraditado el 16 de noviembre. Se organiza una última manifestación el viernes 18 congregando entre 10.000 y 30.000 personas. Los autónomos intervienen con cócteles molotov: quince policías son heridos y numerosos bancos incendiados. Al mismo tiempo muchos autónomos habían ocupado en el 14e arrondissement. La mayoría de estas ocupaciones son desalojadas el 24 de noviembre, lo que provoca nuevos enfrentamientos émeutiers contra la policía.

Documento de la memoria de tesis de Sebastien Schifres para la universidad de Paris X Nanterre y titulada: el Movimiento autónomo en Francia de 1976 a 1984. http://sebastien.schifres.free.fr/

2008/08/05

Consecuencias francesas de la represión en Alemania 2


En la noche del 19 al 20 de noviembre se sucede una oleada de acciones sobre todo el territorio francés. 23 de estos ataques son contra intereses de EDF y de la industria nuclear reinvindicados como CARLOS (Coordination Autonome des Révoltés en Lutte Ouverte contre la Société) y denominado "noche azul antinuclear". Esta "coordinación politico-militar interna al movimiento autónomo" es inmediatamente disuelta a continuación, supone un primer paso en los encuentros entre diferentes grupos autónomos (de los cuales los NAPAP y los GARI, entre otros) y en el camino hacia la formación de Acción Directa.

-Entrevista con Jacques Le Sage de la Haye (abril 2004).

Jacques Le Sage de la Haye nace en septiembre de 1938. Crece en medio de una familia aristocrática y monárquica del oeste de Francia, rompe con su familia a los 15 años de edad. Con 18, es encarcelado por asalto a mano armada. Participa en todas las revueltas de presos. Liberado en 1968, se une al Grupo de Información de las Prisiones (GIP) en 1971, y a continuación al Comité de Acción de Prisioneros (CAP) en 1973, antes de fundar Marge en 1974.

¿Desde qué momento forma Vd. parte del movimiento autónomo?

El lanzamiento del movimiento autónomo es en 1977. Estaban los comités Klaus Croissant… Marge existía desde hacía ya tres años. En 1971, estaba en el GIP (Grupo de Información de las Prisiones). Para mí eran una corriente anarquista, pero también andaban metidos los chinos en todo esto… con Foucault y otros… Daniel Deferre y compañía, todos estos eran chinos…

-Entrevista con CECILE (pseudónimo, 26/02/2004)

¿Estaba vd. en un liceo de París?
No en la periferia, en Limeil-Brévannes, en el Val-de-Marne. Pasaban más cosas de las que pasan hoy. Entonces había constantemente micro-acontecimientos y no pasaba una semana en que no hubiese una reunión de centenares o de algún millar de personas por diversos y variados motivos… Pero sin embargo ha habido numerosos arrestos en Francia de militantes de grupos de lucha armada: italianos, alemanes, irlandeses y entonces buena parte de esta movilización era para defenderles, ir hasta el Tribunal, visitar los procesos, etc… Esto ocupaba gran parte de nuestro tiempo… A partir de 1977-1978, cuando estos grupos se hunden… sobre todo grupos de la lucha armada en Alemania: la RAF, Movimiento 2 de junio y las Células revolucionarias. Para la RAF, existía un comité, una verdadera estructura que funcionaba como un partido pequeño, como una organización, de la cual yo formaba parte: el Comité de Solidaridad con los Prisioneros de la RAF.
¿En que año aparece este comité?
Se funda en 1974 y se autodisuelve en 1977: en 1977, no quedan más prisioneros, ¡han sido asesinados! Y es en este momento en que el movimiento autónomo aparece en escena retomando por cuenta propia el apoyo a la RAF, cuando hasta entonces no se había interesado. Pero precisamente, ya no se trata de solidaridad porque los prisioneros acaban de ser asesinados y los autónomos organizan manifestaciones coreando «Baader era nuestro compañero», «Liberad a Klaus Croissant», etc... Y para nosotros que llevábamos hecho un trabajo de hormiguitas durante mucho, mucho tiempo, intentando dar a conocer este grupo al público francés, ya que no eran muy conocidos, pues había un descontento cuando de repente unos tipos se apoderan de estos temas, y además con slogans falsos: «Baader era un compañero», es un slogan idiota ya que personalizaban la cuestión cuando nuestro trabajo era explicar que los personalismos no eran lo importante, que no era un problema de personalismo: Baader es un militante como otro cualquiera que no merece más que otra, u otro del grupo. Para nosotros esto reproducía el lenguaje de los medios de comunicación que criminalizaban al grupo, reduciéndolo a Bonny and Clyde o a la Banda Bonnot, personalizando a ultranza, presentándolo precisamente como una banda, y no como lo que era, una organización política. (…)
Y entonces para Vd. El movimiento autónomo aparece en 1977…
Si, pero ya existía. Aparece a la luz pública con el estallido de las manifestaciones en otoño de 1977, el otoño en que los prisioneros alemanes son asesinados y en el que Klaus Croissant es detenido. Antes sólo era un movimiento que empezaba a formarse pero que no se había manifestado con estruendo en el espacio público: de eso estoy segura.


Documento de la memoria de tesis de Sebastien Schifres para la universidad de Paris X Nanterre y titulada: el Movimiento autónomo en Francia de 1976 a 1984. http://sebastien.schifres.free.fr/

Consecuencias francesas de la represión en Alemania 1

Viernes 18 de noviembre de 1977: manifestación de apoyo a Klaus Croissant en París: entre 10.000 y 30.000 manifestantes (entre 150 y 2.500 autónomos según diferentes fuentes: al menos 300 "émeutiers"), quince policias hospitalizados, varios bancos incendiados.

Entrevista con Alain Pojolat nacido en Paris en marzo de 1948 en el seno de una familia obrera. Su padre era miembro del PCF. A Pojolat le marcan los acontecimientos sucedidos cuando tiene 13 años en la manifestación organizada por la izquierda el 8 de febrero de 1962 en protesta contra los atentados de la OAS. Sus padres participan en la marcha y en el transcurso de la cual las cargas policiales provocan la muerte de 9 personas en el metro Charonne. Empleado de la BNP, Alain Pojolat milita primero en la JCR y en la Liga Comunista y después en el grupo «Révolution!» de 1973 a 1976. Después de haber sido expulsado de la CFDT, participa junto a Nathalie Ménigon en la creación del colectivo autónomo de la BNP en 1976, al igual que en Camarades.

Alain Pojolat: (…) lo que se plantea inmediatamente después es la cuestión de la represión en Alemania, con la extradición de Klaus Croissant que es lo que acontece entonces. Entonces aquí de nuevo leña: los autónomos empiezan a tener autonomía, una capacidad militar que hasta ese momento estaba monopolizada por los servicios de orden de las organizaciones políticas. Hasta este momento, había un servicio de orden de la LCR. Los maos poco más o menos: bueno cada vez más en los últimos tiempos pues la Gauche proletrienne había desaparecido… Digamos que disputábamos a los servicios de orden organizados (trotskistas entre otros) el derecho a poder hacer lo que quisiésemos en las manifestaciones. Esto es una cosa muy importante. Y aquí teníamos una potencia de fuego inigualable: ¡inigualable! Francamente, ha habido… la mani Klaus Croissant que salió de République y que terminó a ostias en Nation, ¡por vez primera había 500 autónomos con cascos, barras y cócteles molotov! Era: République- Père Lachaise- Nation, por avenida de la République. Y entonces los autónomos llegan a esta mani muy, muy fuertemente armados: ¡centenares de cócteles molotov! Los enfrentamientos con los polis empiezan en cuanto asoman, es decir en la avenida Palmentier. ¡Y aquí se han llevado una buena paliza! Después ha habido muchos acontecimientos que se han venido sucediendo hasta el asesinato de los militantes de la RAF en la prisión de Stammheim, con esto hay muchas acciones armadas que no son reivindicadas por grupo preciso alguno. Todavía no existía Action Directe.

Documento de la memoria de tesis de Sebastien Schifres para la universidad de Paris X Nanterre y titulada: el Movimiento autónomo en Francia de 1976 a 1984. http://sebastien.schifres.free.fr/

Foucault y la campaña Croissant


Foucault conformó el Grupo de Información sobre Prisiones (GIP) del 8 de febrero de 1971 al 19 de febrero de 1974. En esta fase realiza investigaciones de campo: entrevistas con los familiares de los presos y cuestionarios entre familiares de los detenidos que hacen cola para verlos a la hora de la visita. Reúne testimonios y relatos sobre las condiciones de vida de los presos de 20 prisiones. La amistad con Deleuze establecida desde 1962, bajo la sombra de Nietzsche, en Clermont, se dilata por razones políticas, a saber, alrededor de la defensa del abogado de la RAF, Klaus Croissant, que el gobierno francés pretendía extraditar en 1977. Pero Foucault apoya al abogado, mientras Deleuze al abogado junto a su cliente. Esto supone el principio de una progresiva ruptura con Gilles Deleuze. Aunque Foucault se opone, lo hace por cuestiones tácticas, más que morales. Le resulta aceptable cuando esto expresa una nacionalidad sin independencia o estructura estatal. Nunca impugnó el principio mismo, sino que lo rechaza cuando se ejerce en nombre de una clase, grupo o vanguardia marginal. Rechazó la RAF pero nunca la violencia política. Y así termina rompiendo con Deleuze, quien profundizó en su posición en defensa de Palestina.
Foucault viaja en diciembre de 1977 a Berlín con la meta de visitar el lado oriental. En el lado occidental es objeto de una redada policial porque durante la comida, él y su compañero habían conversado alrededor de un libro de Ulrike Meinhof y alguien los había denunciado. Dentro de la misma línea de defensa alrededor del caso de la banda, desfila por las calles de Hannover en enero de 1978, para defender al psicólogo social Peter Brückner, quien había sido expulsado de las universidades por publicar una biografía de Ulrike. Foucault escribió un prefacio al panfleto traducido al francés de Brückner y Alfred Krovosa en 1979.

A la sombra de las mayorías silenciosas


Baudrillard, cita el caso de Klaus Croissant en A la sombra de las mayorías silenciosas (1978). Ed. Kairos, Barcelona.

La masa neutral:

De hecho, las masas resisten la representación de cualquiera, absorben toda la radiación desde las constelaciones externas del Estado, la Historia, la cultura y el sentido. Son la inercia, la fuerza de lo neutral.
Los intentos de los medios de comunicar un sentido a las masas (para informarlas, socializarlas o educarlas encontraron resistencia).
"¡No queremos mensajes sino signos!", grita la masa.
Crítica: ¿eso significa que las masas están mistificadas?
Baudrillard: no luego se presume que aspirarían a encontrar la luz natural de la razón, si la conocieran. En la libertad total, las masas rechazan el sentido.
Como sucede en Francia. El activista Klaus Croissant fue extraditado, y esa noche 20 millones de personas se enchufaron al televisor para ver si la selección francesa se clasificaba para participar en el campeonato mundial. La prensa consideró que el hecho era aberrante: ¡las masas no deberían ser indiferentes ante una crisis política!
Baudrillard: ¡Qué lectura tan despreciable ¿por qué hay tanta gente "apaciguada" que, sin preguntarse los motivos, prefieren francamente ver un partido de fútbol en lugar de un drama político humano?
Las masas tratan las elecciones políticas como una representación teatral, y el partido de fútbol sirve como modelo para medir cuánto disfrutan las disputas políticas.
Pero... al poder le encanta hacer que el fútbol asuma la responsabilidad frívola de deslumbrar a las masas, ¡porque esto le brinda al poder la ilusión de que sigue siendo tal!.

Extraído de Baudrillard para principiantes, por Chris Horrocks y Zoran Jevtic.

La peor manera de hacer Europa


Rechazada su petición de asilo, Croissant es detenido y mientras sigue pendiente su extradición, se desata una campaña de apoyo encabezada por Sartre y Foucault. En una columna de Le Monde que lleva por título "La peor manera de hacer Europa", el 2 de noviembre, Deleuze y Guattari se hacen eco de esta situación. A continuación, un extracto:

"Tres cosas nos preocupan en este momento: la posibilidad que mucha gente de izquierdas en Alemania, en un sistema organizado de delación, vean como su vida se hace insoportable en la RFA, y se vean forzados por ello a abandonar su pais. De manera inversa, la posibilidad que el Sr. Croissant sea librado, devuelto a Alemania donde se teme lo peor (Andreas Baader y sus compañeros habían sido encontrados muertos en su celda en circunstancias no aclaradas el 18 de octubre de 1977), o bien, sea simplemente expulsado a un pais de su "elección" que no lo acepte sobremanera. Para terminar, la perspectiva que Europa al completo pase por encima de este tipo de control reclamado por Alemania".

"Los de la Baader-Meinhof fueron asesinados en la cárcel"


Entrevista a Klaus Croissant, de Soledad Gallego Diaz para El Pais 30-12-1980.

El abogado alemán, proscrito y condenado, se encuentra actualmente en Madrid.
Cuenta Aníbal Ponce, en su ensayo sobre Proudhon, que sus padres, honestos comerciantes, le dieron una paliza de muerte el día que el niño, con diez años, convenció a los clientes para que compraran en un comercio cercano, más barato y de mejor calidad. La anécdota serviría para Klaus Croissant, un conocido abogado de la República Federal de Alemania, con aspecto de vendedor de productos de limpieza, que un día decidió asumir la defensa de varios miembros de la llamada «banda Baader-Meinhof» y terminó él mismo en la cárcel, cumpliendo condena de dos años y medio, inhabilitado para ejercer su profesión y proscrito en los medios oficiales de su país. El abogado, que pasa unos días en Madrid, cenó el viernes con un grupo de colegas españoles.
Croissant, sin un duro, vestido como de prestado, pacífico y con mirada inocente, pero testarudo y tenaz como un mastín, continúa impertérrito proclamando a los cuatro vientos su más íntima convicción: «Estoy absolutamente seguro de que todos ellos, Andreas Baader, Ulrike Meinhof, Jan-Karl Raspe y Gudrun Ensslin, fueron asesinados fríamente en la cárcel».

Pregunta. Pero ¿por qué? ¿Qué necesidad tenían de asesinarlos? ¿Eran acaso tan peligrosos para la sociedad de la RFA? Resulta difícil de comprender. Estaban ya detenidos, la población no les apoyaba...
Respuesta. Hay que saber el efecto de su muerte para comprender la motivación. La estrategia antiterrorista en mi país consiste en extirparla en sus raíces, destruirles, aniquilarles. En la calle es una guerra y en la cárcel una destrucción sofisticada. Querían destruirles, temían que existieran tentativas de liberarles. Aprovecharon todo el asunto de Mogadiscio (el secuestro de un avión y la espectacular intervención de la brigada antiterrorista) para aniquilarles.
P. ¿Cree usted que la existencia de la banda Baader-Meinhof tuvo algún impacto en la sociedad alemana? Visto desde fuera parece que no establecieron ninguna relación con la población de su país.
R. Creo que tuvo más consecuencias de las que se creen. Al margen de estar de acuerdo o no con sus procedimientos, mucha gente se planteó por qué un grupo de personas de izquierda, inteligentes, se lanzó a la lucha armada, en su intento por cambiar algo de fondo. Sí, mucha, gente se planteó si es posible cambiar algo, en la RFA por los medios legales.
P. Usted está convencido de que fueron asesinados; hace poco se reabrió el "dossier Baader-Meinhof". ¿Cree que algún día se establecerá la verdad de lo sucedido en la cárcel de máxima seguridad de Stammheim sin ningún género de duda o sospecha?
R. Honestamente, no. Los familiares de Baader y de Ensslin han perdido un proceso contra el Estado, pero yo, soy muy escéptico sobre las posibilidades de que se haga la luz. La opinión pública está terriblemente intoxicada. La represión psicológica e ideológica, a nivel científico, es tan fuerte que no creo que existan muchas posibilidades.
P. Usted fue detenido en Francia, en septiembre de 1977, y juzgado en la RFA dos meses después, con el cargo de «apoyo a una asociación criminal». Recuerdo que sus primeras declaraciones antes de salir de París, camino de su país, fueron decir solemnemente: «Yo no Pienso suicidarme». ¿Tuvo al guna vez miedo por su integridad física?
R. Sí, en algún momento pensé que todo era posible. Nada más llegar a la RFA descubrí en mi celda una cuchilla de afeitar. ¿Qué hacía allí? Yo también estuve considerado como «terrorista» y recibí el mismo trato que mis Clientes, aunque nunca estuve en la séptima planta de la cárcel de Stammheim, donde ellos murieron. Usted sabe que las cárceles de máxima seguridad como ésa son consideradas ya por Amnistía Internacional como «tortura blanca». No existen malos tratos físicos, pero psíquicamente alcanzan niveles de sofisticación insospechados. Las autoridades de mi país reconocen paladinamente que «son sólo para terroristas», lo que supone, en el fondo, una confesión de que con ellos todo está permitido y que reconocen su objetivo de exterminarlos.
P. ¿Qué sentido puede tener un grupo como el formado por Andreas Baader y Ulrike Meinhof en la RFA?
R. Para explicar su existencia habría que comprender el papel que desempeña en la RFA la socialdemocracia y la responsabilidad que le corresponde en todo esto. La socialdemocracia alemana garantiza la existencia de la sociedad capitalista y camufla sus contradicciones. El mismo problema se plantea, creo, en Italia con el partido comunista. La socialdemocracia de la RFA tiene un papel importante en el mundo y a través de ella se integra y coordina la represión en toda Europa. Es un Estado fuerte, capaz de hundir la revolución portuguesa o cualquier otra que pueda surgir en Europa.

Klaus Croissant se despide para cenar con un grupo de abogados españoles, entre los que se encuentra Cristina Alberdi, miembro del colectivo de abogados que asumió su defensa en Francia para impedir, infructuosamente, su extradición. Mañana viajará a Cuba y luego regresará a Stuttgart, donde reside desde que en diciembre de 1979 salió de la cárcel. «Pero sigo en paro. Estoy inhabilitado por cuatro años como abogado. En 1983 podre pedir el reingreso, pero estoy seguro de que el Ministerio de Justicia lo rechazará. Al menos mientras que no me calle. Y no pienso hacerlo».

2008/08/03

Klaus Croissant no ha cedido


A la memoria de Jean-Jacques de Felice, cuyo corazón ha dejado de latir en la noche del 26 al 27 de julio de 2008, abogado y autor de este bonito texto, recuerdo de un combate extremamente duro y que aún hoy nos deja huella. Leer para entender uno mismo lo que puede ser la fuerza de una defensa…

Klaus Croissant no ha cedido.
Incluso sus amigos le han criticado, inlcuso sus allegados han podido pensar que su concepción de la defensa política era “exagerada” – que su gestión de abogado no mantenía la “distancia tradicional” entre acusado y defensor, distancia que el estado moderno traduce por obligación de condena y anatema: debo decir – al comenzar mi alegato – que “¡no apruebo los métodos de mi cliente! …”, cláusula de estilo tal vez necesaria en las defensas del futuro…
Klaus Croissant no ha cedido.
Leamos estos textos de combate. De combate por la defensa de los que confiaban en él – de combate por su defensa, pues la implacable represión dirigida por “el Estado de la vigilancia total” – como Croissant llama al estado alemán – no tolera nada y menos que nada la palabra acusadora, la palabra libre…
Klaus Croissant no ha cedido.
No se ha convertido en el “terrorista” que se pretendía que fuese. Nadie – y sobre todo nadie en Francia en el momento de su petición de asilo político, en julio de 1977 – creyó en esta acusación absurda: él estaba libre en París, la polícía sabía donde encontrarle y le hubiera detenido de considerarle “peligroso”. Pero, en agosto y septiembre, las presiones aumentaron y la acusaciones de Klaus Croissant, emitidas por la televisión francesa, tenían aire de desafío: convenía que no hablara…
Klaus Croissant no ha cedido.
Yo soy de los que dicen a quienes le confían su defensa: toda mi palabra o mi eficiencia para defenderos lo mejor posible, pero no coartéis mi libertad de palabra. No pronunciaré un doble discurso: lo que yo diga a la audiencia será mi verdad, intentaré hacer de modo que vosotros expliquéis la vuestra. Puede ocurrir, debe ocurrir que ambas discrepen.
A menudo he discutido con Klaus Croissant de estos problemas. Él siempre me dijo: “muchos de nuestros jueces son antiguos nazis, la represión se vuelve científica. Contempla la muerte de Holger Meins, de Ulrike Meinhof, de Gudrun Ensslin, de Raspe, de Baader… Si el abogado no defiende con todas sus fuerzas a los clientes que siente, ve y sabe amenazados de muerte, no es “digno de serlo”.
Klaus Croissant no ha cedido.
Habría podido defenderse de otro modo, adoptando una parte del lenguaje de sus jefes, dando impresión de arrepentimiento o de acomodación a las realidades que había querido ignorar; prefirió pronunciar un discurso duro y sin concesiones, con riesgo de inquietar a sus amigos, como para hacerles entender con humor que sus consejos no le harían cambiar de rumbo.
Klaus Croissant no ha cedido.
Que no se espere de mi una crítica respecto a este hombre detenido, entregado, después de extraordinarias controversias jurídicas, de debates inolvidables y muy enrarezidos sobre el carácter político de tal o cual acto. Fuente de extradición u obstáculo a la extradición, azar aparente u oculto: a los MacNair no se les castiga con la extradición, a Croissant sí, a Abou Daoud no, a Winter sí, a Mac Cann no… Bonita diversidad de apreciación. No criticaré a Klaus Croissant prisionero en La Santé, entregado el 1º de noviembre de 1977, precipitadamente…
Klaus Croissant no ha cedido.
Temimos entonces por su vida, una vida que podía concluir –y era posible de haberse tratado de otro hombre- con el suicidio como demostración “terrorista”, con el suicidio como medio último –y refinado- de oposición mórbida: la hoja de afeitar de su primera mesita de noche en Stammheim no fue únicamente simbólica. Con el tiempo hicieron cuanto pudieron por destruirlo –y de manera sutil en la lentitud de un proceso interminable- ante aquellos mismos que se habían indignado por su extradición y que tal vez se cansaban de defenderle ya que podían olvidarle…
Klaus Croissant no ha cedido.
Sus textos, leídos por un lector en un contexto diferente al de Stuttgart, pueden sorprender. Deben situarse en aquel contexto, en aquella justicia implacable de Stammheim, metalizada, electrónica, deslumbrante –con la paradoja engañosa para el ciudadano sensible de una condena “moderada”, según comentarios casi unánimes, una condena de dos años y medio de prisión, cuando seguramente, se merecía más…
Klaus Croissant no ha cedido.
Ojalá este hombre pueda estar libre cuanto antes y contarnos cómo y por qué no ha cedido.

Introducción de Jean-Jacques de Felice, para la editorial Maspéro, en cahiers libres 353, 1979 y publicado en castellano como introducción a Proceso en la República Federal alemana, Klaus Croissant, Anagrama 1979.