2009/06/29

La venganza de Estado no prescribe

DOS MIEMBROS DEL GRUPO ALEMÁN CÉLULAS REVOLUCIONARIAS, PENDIENTES DE EXTRADICIÓN POR UN DELITO PRESCRITO. Treinta años después de sus supuestos delitos, la justicia alemana exige nuevas extradiciones de integrantes de este grupo, al que no pudo condenar en su momento.

Las Células Revolucionarias (RZ, por sus siglas en alemán) nacieron en la Alemania de principios de los años ‘70. Los miembros de las diferentes células actuaron desde su vida normal, es decir, contrariamente a los militantes de la Fracción del Ejército Rojo (RAF, por sus siglas en alemán), no pasaron a la clandestinidad, cosa que impidió que la saña persecutoria policial tuviera los éxitos deseados.
Uno de sus postulados principales era que la lucha subversiva nunca debía ir desligada de la práctica social. Con sus acciones e intensos debates, publicados en su revista Revolutionärer Zorn, pretendían complementar, apoyar y animar la lucha de los movimientos sociales. Contrarios a atentar contra la vida de las personas, actuaron en el campo del internacionalismo. Sus objetivos eran denunciar a la OTAN, centrales y armas nucleares. Además de señalar a explotadores y especuladores y a la política estatal con respecto a las personas inmigrantes. Por su parte, La Rote Zora, grupo formado exclusivamente por mujeres, se centró entre otras cosas en la lucha contra la biotécnica y la tecnología genética. A principios de los años ‘90, las RZ pusieron fin a sus actividades por falta de estrategia revolucionaria después de la caída del Muro de Berlín.
Escurridizos a la policía
Hasta el nuevo milenio, policía y justicia alemana tuvieron que esperar para ver en el banquillo a personas acusadas de pertenencia a las RZ. Durante los últimos años tuvieron lugar varios juicios, en parte basados en dudosos testigos protegidos. Una búsqueda y captura que continúa más de 30 años después de los supuestos hechos.
En octubre de 2007, en una banlieue de París, una pareja alemana de avanzada edad se dirige a la farmacia donde habitualmente compran sus medicinas. ¿Una compra más? No. Esta vez les esperaba la policía.
Sonja S. (76) y Christian G. (67), a quienes las autoridades alemanas acusan de varias acciones supuestamente realizadas como miembros de las Revolutionäre Zellen [Células Revolucionarias], se hallaban en “paradero desconocido” desde 1978. Detenidos por primera vez, en Francia, en el año 2000, fueron puestos en libertad al rechazar el tribunal de París la solicitud alemana de extradición, dado que, según la ley francesa, las acusaciones ya habían prescrito. Sin estatus oficial, pero tolerada, la pareja vivió desde entonces cerca de París, a excepción de una breve temporada a finales de 2007, cuando fueron detenidos por segunda vez a raíz de un nuevo procedimiento de extradición, basado en los mismos motivos y ante el mismo tribunal. Pero el resultado fue diferente: el pasado 25 de febrero, el tribunal falló favorablemente a la extradición. Esta vez, la demanda se había presentado en forma de orden de detención europea, concepto legal intracomunitario, según el cual el país solicitado reconoce y acepta el contenido de la orden emitida por otro país miembro sin verificar el contenido de la misma.
Una mala novela policíaca
Lo que parece el comienzo de una mala novela policíaca no es sino una escena de un cuento de nunca acabar, un cuento de la Europa policial y penal, cuyo próximo capítulo podría ser la extradición, por parte de Francia, de aquella pareja a Alemania.
Para que Christian y Sonja también se sienten ante un juez de su país de procedencia, el Estado alemán cuenta con la ayuda del Gobierno y de la justicia franceses, fieles colaboradores del Estado español en asuntos de extradición, quienes con varios fallos contra antiguos militantes italianos también dejaron hecha añicos la doctrina Mitterrand, labor ya iniciada bajo el Gobierno de Chirac. Por su parte, las autoridades alemanas no dudan en servirse para su objetivo de muy cuestionables medios.
A Christian y Sonja se les acusa de la explosión de una bomba, en 1977, en una empresa que exportaba compresores para una instalación de enriquecimiento de uranio en la Sudáfrica del Apartheid; del ataque, ese mismo año, contra una empresa exportadora de bombas para centrales nucleares en todo el mundo; y de un incendio, en 1978, en el castillo de Heidelberg, como protesta contra la política de gentrificación del entonces alcalde. A Sonja se la acusa, además, de proporcionar ayuda logística para el ataque contra la conferencia de ministros de la OPEP de 1975 en Viena. Esta acusación se basa en declaraciones de Hans-Joachim Klein, quien resultó herido en este ataque, en el que hubo tres muertos. En 1976, Klein renunció a la lucha armada y vivió clandestinamente en Francia hasta su detención en 1998.
Declaraciones bajo sospecha
Enseguida, Klein se convierte en testigo protegido, incriminando, entre otros, a Sonja S. y Rudolf Sch. de haber participado en el ataque en Viena. En 2001, Klein es condenado a una pena-descuento: nueve años de prisión por triple asesinato, saliendo en 2003 en libertad provisional. Rudolf Sch. queda absuelto por considerar el tribunal que las declaraciones de Klein a este respecto son contradictorias y poco fiables. No obstante son válidas para la orden de detención contra Sonja.
Las otras tres acusaciones se fundan en los “interrogatorios” a Hermann F. Al explotarle una bomba prevista para una acción de protesta contra la junta militar de Argentina, en 1978, Hermann resultó gravemente herido, siendo necesaria la amputación de ambas piernas y la extracción de los ojos. Sufrió un daño cerebral con posterior epilepsia postraumática. A partir del momento de su ingreso en el hospital y hasta finales de octubre de 1978, quedó bajo vigilancia policial. A excepción de la de sus padres, sólo recibió “visitas” de policías, fiscales y algún juez. Los interrogatorios se iniciaron al día siguiente a la explosión.
Los abogados de Sonja y Christian consideran inaceptable que una orden de detención se base en declaraciones obtenidas bajo circunstancias que vulneran los derechos humanos elementales y la prohibición de métodos de interrogación inadmisibles.
Ahora parece que sólo cabe esperar. El 29 de mayo se desestimó el recurso interpuesto contra la sentencia favorable a la extradición. Una vez que el primer ministro francés firme la orden de extradición, Christian y Sonja podrán ser entregados a las autoridades alemanas.

2009/06/13

Kursbuch

Fue la revista político cultural de mayor difusión y de más prestigio de la oposición extraparlamentaria en la RFA. Fundada en 1965 por el escritor H.M. Enzensberger, nacido en 1929 y muy conocido ya en los años cincuenta debido a su compromiso político y en tanto que autor de calidad y a la vanguardia. La revista publicada con periodicidad trimestral, alcanza tiradas de más de 70.000 ejemplares y funcionó como una especie de órgano teórico general del movimiento. Alrededor de 200 páginas y en formato libro, KURSBUCH era concebida como fáscículos temáticos, como dossier o sede de discusiones a propósito de una cuestión concreta, ya fuese el examen de la situación de las luchas en este o aquel otro pais, o de la discusión de una temática teórica. En el '70 Enzensberger es apartado de la dirección de la revista por K. M. Michel quien a continuación se convertirá en el principal coordinador. Muchos son los intelectuales ya sean alemanes o extranjeros que colaboraron con la revista que continuará discutiendo puntualmente las insurgencias políticas, sociales y culturales en la RFA y en el mundo a lo largo de los años ochenta. Al inicio de los setenta surgen nuevas revistas de discusión teórica. como son PROKLA o KRITIK, en cuyos comités de redacción particpan muchos ex-componentes del SDS o del movimiento del 68, entre los cuales cabe destacar Rudi Dutschke, Bernd Rabehl, Oskar Negt, Ekkehart Kripendorf,...

2009/06/09

Llegará un día tan maravilloso como el de hoy

"Con la ganzúa siempre a mano, ninguna casa ofrecía resistencia. Cogíamos del frigorífico lo que necesitabamos para sobrevivir, y lo demás, ya fuese dinero o joyas, lo dejábamos. En los supermercados robábamos todo lo que nos gustaba. Llevábamos fuera los carritos llenos y volcábamos el botín al interior de nuestras coloreadas furgonetas. Nunca nos acordábamos de pasar por caja... Nadie tenía ganas de estudiar cosas como física, química o derecho. Sabíamos que la física terminaba en la bomba atómica, o algo peor aún. Con la química la única posibilidad es envenenar la agricultura de los campos; si no la industria farmaceútica ofrece resultados todavía más escabrosos; mientras que los juristas por su parte deben recitar el papel que oculta el derecho natural "
En Villa Pánico (Florencia), el próximo día 10 de junio, se presenta el material que Sergio Rossi ha reunido despues de un largo trabajo de traducción, doblaje de documentales realizados en Alemania e incluso la publicación de su polémico proyecto de fin de carrera. Este último es el que lleva por título: “Un día tan maravillos como el de hoy. El movimiento 2 de Junio y la guerrilla urbana en Alemanía Federal 1972/ 1980", en el que cuenta las etapas de un grupo de estudiantes, apréndices, rockers, beats, ocupas, antimilitaristas en el explosivo ambiente contracultural de Berlín Occidental. Todos ellos, protagonistas de experiencias radicales como la de los rebeldes del Hachís, que se oponían con la guerrilla urbana a las detenciones de quienes se fumase un simple porro en la discoteca. De aquí surgen, en este periodo, numerosas siglas que protagonizan un serie de sabotages entre los años 1969 y el 1971, de donde nace el "Movimiento 2 de Junio" que ocupa las portadas de los medios internaciones con el secuestro de Lorenz, lo que permite la liberación de cinco prisioneros políticos. Durante esta acción la policía fue ridiculizada por "un grupo de anarquistas" que consiguió distribuir 30.000 panfletos en los que se explicaba las relaciones entre la mafia política y la editorial del empresario secuestrado. ¡¿Cómo olvidar el posterior atraco al Schokoküsse, en las que se tranquilizaba a los clientes más asustados ofreciéndoles pastelitos de chocolate?!

2009/06/02

Senior Service > biografía de un editor

16 de febrero. G.* se encuentra en Berlín, pronuncia un discurso en la Technische Universität durante el Congreso sobre Vietnam (el momento más destacado, según el movimiento local). Habla como representante de las delegaciones extranjeras, en alemán, y a propósito de Vietnam cita las huelgas de los químicos en Asia. "A todos nos sorprendió que supiera algo de los químicos en Asia", recuerda Günther Amendt representante de la oposición.

16 de febrero. La editorial publica en la colección de bolsillo los escritos de Ho Chi Minh. I. va a al cine a ver Blow up. Alberto Arbasino y Mario Schifano la acompañan. G. llama por teléfono: le pide que organice telegramas de saludo para el congreso berlinés: Moravia, Monica Vitti, el alcalde Reggio Emilia, los nombres de siempre.

11 de abril, hacia el atardecer (...). Pero el 11 de abril no le han disparado a él (Piera se ha confundido), sino a Rudi, mientras iba en bicicleta por Berlín. Un disparo en la cabeza y otro en el cuerpo, diagnóstico reservado, el autor del atentado se llama Bachmann, un pintor de brocha gorda fanático de Hitler. Las campañas llevadas a cabo durante meses por la prensa "burguesa" han dado su fruto, los estudiantes militantes se manifiestan contra los periódicos de Springer. Enfrentamientos con la policía.

12 de abril. Milán. Filippini recuerda que ese día G. cogía un cartel publicitario de la editorial Einaudi, le dio la vuelta y escribió en él con un rotulador "Berlín, 11 de abril, han disparado a Rudi Dutschke, ¡el fascismo no pasará!". Lo cuelga fuera de la librería en vía Manzoni. (La editorial está a punto de publicar un libro sobre la rebelión de los estudiantes alemanes en el que ha colaborado Dutschke.) Rudi está muy grave. En Milán también se organizan reuniones para decidir qué hacer. En una de ellas, un listo toma la palabra y plantea si no sería conveniente esperar a que Rudi muera para manifestarse, tendrá más impacto. Cuentan que G. casi se lo carga.

13 de abril. Un grupo de estudiantes extraparlamentarios, en su mayoría filochinos, se congrega delante del consulado alemán y la emprenden contra la cercana sede de Il Corriere della Sera. Lo consideran un homólogo de la empresa de Springer. Tiran piedras contra las ventanas. A mi padre, que se ha acercado a ver, lo denuncian como organizador de la manifstación: satisfacción y ataques de la prensa más facciosa; luego absolución por no haber cometido el hecho. Dutschke no muere.

16 de abril. G. casi todo el día en la oficina, muy cariñoso. I. y él llaman a Hans, que ha preparado una carta abierta contra Axel Springer. "Demasiado suave", sostiene mi padre.

1 de mayo. G. participa en la manifestación de Berlín, lo sé porque hay fotos de archivo en los periódicos. Lo señalan también nuestros servicios secretos, en contacto con los alemanes. Advierten que es un individuo peligroso con "frenética personalidad de instigador". Desde Alemania le dan las gracias.

18 de septiembre. (...) Feria del Libro de Francfort diferente a todas las demás, la ciudad completamente militarizada. G. sereno con I. ("Ya es algo.") Durante la feria de 1967, a G. le habían visto protestando delante del consulado griego de color rojo intenso (lo dicen los periódicos). Este año, encabezando una desaparecida delegación de editores, se presenta en casa del alcalde para denunciar la represión policial. I. es expulsada del mejor hotel de la ciudad por haber recibido en el vestíbulo al líder de los estudiantes. De entonces data su amistad con Klaus Wagenbach y con Dominique y Cristian Bourgois, pertenecientes a una nueva generación de editores europeos.

Noche del 11 de noviembre: Confusión en la estación central de Milán, Rudi "el Rojo" ha llegado acompañado de su familia. Le recibe G. Demasiados fotógrafos, algunos empujones que obligan intervenir a la policía, partida del Citroën a toda velocidad y protestas de "ciudadanos indignados" por la escolta de las fuerzas del orden. Rudi viene a Milán a pasar la convalecencia, necesita cuidados. Se le considera persona non grata en media Europa, y en su casa, en Alemania, el clima es insoportable. Al principio se aloja en nuestra casa.
*G.: es la inicial de Giangiacomo Feltrinelli, y así es como lo escribe su hijo Carlo, autor de su biografía, editada en castellano por Tusquets

El Mescalero de Göttingen

Peter Brückner, profesor de psicología. Fue apartado temporalmente de la universidad, de 1970 hasta 1975, por dar cobijo durante tres días a Ulrike Meinhof. Fue uno de los 49 profesores universitarios que, en 1977, se solidarizaron con el Consejo de Estudiantes de la Universidad de Göttingen, cuya revista fue clausurada y el propio Consejo disuelto, por publicar un pequeño artículo firmado por "Un mescalero de Gottingen" en el cual se comentaba en tono positivo el atentado contra el fiscal general Buback. Los 49 profesores, en un intento de salvar la libertad de expresión y de crear una base de discusión, aun no estando de acuerdo con el contenido del artículo, se atrevieron a apoyar su reproducción en una publicación. La caza de brujas que se inició en la universidad dio lugar a que se obligase a firmar a todos los profesores de Baja Sajonia, donde Brückner daba clases, una declaración de fidelidad al Estado. De los 13 profesores de Baja Sajonia que habían apoyado la publicación, sólo Brückner se negó a firmar la declaración, lo que condujo a que fuera apartado definitivamente de la docencia universitaria.