2009/05/22

La importancia de las mujeres

Sean cuales sean las subdivisiones posibles, ya sea entre los miembros fundadores, que entre los miembros de la RAF que aseguran la continuidad de 1970 a 1972, o incluso entre los miembros de la RAF que han desempeñado un rol de primer plano y habiendo sido condenados a fuertes penas de prisión, la proporción de 50% de mujeres es siempre una constante. Los autores de los Analysen zum Terrorismus, que han escogido considerar los datos que conciernen a las características sociológicas de los "terroristas" alemanes en su conjunto, sin hacer distinción entre los diferentes grupos y las diferentes épocas, estiman que el 33% de los "terroristas" de Alemania Occidental son mujeres.

Sin embargo, la RAF nunca ha realizado acciones contra objetivos que pudieran simbolizar la dominación sobre las mujeres y ningun texto de la RAF evoca esta cuestión. Para la RAF, la alienación de las mujeres no es nada específico, no es más que una expresión de la alienación general de los individuos en el sistema imperialista. En la ilegalidad, que ellos definen como el único "territorio liberado" al interior de las metrópolis, ellos estiman haber resuelto esta contradicción hombre/ mujer. "Esto nunca ha sido un tema de discusión en la RAF (...) Únicamente es la cuestión militar la que nos interesaba. Las mujeres en la RAF tenían el mismo rol que los hombres, se daba por descontado y nunca se ha discutido. Para hacer uso de la violencia, había que superar su miedo y esto era igual de duro para los hombres que para las mujeres", según declaraba Astrid Proll.

Algunas de las mujeres de las RAF han tenido hijos antes de dar el salto a la guerrilla urbana y los medios de comunicación no han faltado a la hora de subrayar lo mala madres que eran, presentando este hecho como una característica de las mujeres "terroristas", de igual manera que representaban para Lombroso* una característica de las mujeres criminales. Los hombres de la RAF que han abandonado a sus hijos antes de implicarse en la lucha armada nunca han sido atacados a este respecto. Las mujeres de la RAF que así lo han hecho, no han tenido en consideración el rol específico que se les asigna a las mujeres en la sociedad. A partir del momento en que deciden "no continuar viviendo tranquilamente con su vida privada" y de situar "el devenir general" antes que el "círculo individual", esta dimensión de madre pasaba a un segundo plano.

Son las mujeres quienes, en el movimiento estudiantil alemán, habían desarrollado proyectos de escuelas infantiles anti-autoritarias. La acogida global de los niños en el seno de las comunidades de habitat y de trabajo, de los colectivos en lucha, estaba a la orden del día. Katarina Hammerschmidt, militante de la RAF y madre de un niño, había sido en Berlín una de las iniciadoras del movimiento de los Kinderläden. En este contexto, los niños dejan de aparecer como dependientes de las responsabilidades eclusivas de sus padres, los militantes de la RAF, rechazando dejarse determinar por las "condiciones objetivas", se comportaban como si el problema de la acogida de los niños por el movimiento, en sentido laxo, se diese por supuesto.

(...)

La presencia de las mujeres en la RAF es muy reseñable no sólo en su aspecto cuantitativo, sino que sobre todo por la posición que ocupaban las mujeres en el seno de la organización y que es lo que les hace tan singulares. Las militantes de la RAF han sabido superar el marco de las relaciones tradicionales entre mujeres y hombres al interior mismo de la organización Esta situación no es genralizable, incluso solo en Europa, ni tan siquiera en el caso de la extrema izquierda legal.


*El criminólogo Cesare Lombroso, en su libro La dona delinquente: la prostituta e la dona normale, explica por medio de la psicología de la mujer y por su "instinto maternal" la excepcional participación de las mujeres en estos crímenes de sangre. Para él, la falta de "instinto maternal" siempre va en correlación con el "instinto criminal". Esta concepción ha sido generalmente retomada por los criminólogos de final del XIX y principios del XX. Se han visto reaparecer estas concepciones en ciertos artículos concernientes a la RAF.

2009/05/20

Guerra psicológica contra las mujeres

Discusión celebrada en la Rote Fabrik de Zurich, en 1997

-Christine Kuby: la guerra psicológica llevada a cabo contra las mujeres se hizo mucho más dura hacia la mitad de los años Setenta, cuando muchas de las compañeras estaban en busca y captura. El Estado veía una particular amenaza en el hecho que las mujeres se armasen, porque esto significaba infringir en diferentes facetas los roles pre-establecidos, rompiendo no solo con el monopolio estatal de la fuerza, sino que además con la imagen del rol de los hombres. Al inicio, las mujeres militantes eran representadas como mero accesorio, como oprimidas o como compañeras. La representación de la relación entre Gudrun, Ulrike y Andreas constituye un claro ejemplo. Puedo leer un par de citas recogidas en 1979 durante mi proceso. (...)

...he aquí [también] un ejemplo proveniente de "Kriminalistik" de julio de 1976: "las menstruaciones son prácticamente el problema más importante. En Alemanía Occidental, al final de 1958, eran 12.448.000 mujeres en una edad comprendida entre los catorce y los cuarenta y cinco. Si se restan los números de embarazos y se multiplica, con cautela, el número de las "debilidades femeninas" en vez de por trece solo por seis, se obtienen en el curso del año 75 millones de fases de riesgo. La vida de una nación está llena de posibilidades de crisis que nosotros, en su mayoría, ni tan siquiera podemos llegar a imaginar. Si la mujer revolucionaria asume el rol de fermento, o si cualquier mujer superdotada es empujada por una conciencia disfuncional en el desempeño de un cargo importante, por muchas y diversas razones y en periodos convulsos, esta mujer representa una excepcional amenaza para el sistema".

En este contexto podemos introducir aquí un comunicado del jefe de la BKA, Herold, y difundido por el Spiegel, según el cual las mujeres de la RAF regulaban entre ellas los periodos de la menstruación gracias a la píldora. Esto ya vendría siendo verificado mediante el examen de las compresas encontradas en sus "guaridas". Ahora os reís todos: es cierto que hoy parece algo divertido, pero es así que se construía esa imagen, por una máquina de combate mistificadora de todo lo que para nosotras era importante.

Mujeres entre la lucha armada y el movimiento

Discusión celebrada en la Rote Fabrik de Zurich en 1997

- Gabriele Rollnik: Yo me he formado políticamente siendo estudiante, al interior del movimiento estudiantil. En 1970 he dejado la ciudad de Bochum para ir a Berlín a la Universidad Libre, que era un lugar de debates políticos. De 1970 a 1973 he militado en diferentes grupos. En 1973, en el centro socialista de Berlín, he participado a la fundación de un grupo de mujeres. Hemos intentado retomar y desarrollar los discursos y las acciones del movimiento de las mujeres del 68; queríamos hacer política de forma autónoma e independiente. Como resultado de esto han nacido los Kinderläden y en nuestras pancartas incluíamos el slogan de lucha contra el artículo 218. He dejado los estudios y me he metido a la AEG Telefunken, una fábrica de electrónica. Hemos intentado movilizar a las mujeres que trabajaban en la cadena y con ellas hemos intendao acciones de sabotaje en la fábrica. Al mismo tiempo, estaba en discusión con grupos de mujeres de Frankfurt, que querían movilizar a las dependientas de las grandes oficinas. También en esa época estaba en contacto con militantes del Movimiento 2 de Junio. Se acababan de reorganizar con el claro objetivo de realizar una acción de liberación de prisioneros. Ya por aquel entonces tenía la impresión de que nuestro trabajo de organización en la fábrica no tomaba en consideración el abismo existente entre los movimientos de estudiantes y los de los trabajadores,y que no podríamos construir un vínculo entre la vida en familia de los pequeños núcleos de trabajadores y nuestras experiencias políticas en las comunas. Así es como he entrado a formar parte del Movimiento 2 de Junio y he participado en el secuestro de del exponente político de la CDU, Peter Lorenz. Hemos liberado cinco prisioneros, que han sido llevados en avión hasta Yemen del Sur. Sin embargo, un par de meses más tarde hemos sido apresados. 1975 y 1976 los he pasado en la cárcel y despues me he fugado con dos compañeros del Movimiento 2 de Junio y una compañera de la RAF. Entre los cuatro, en los dos años que siguieron, hemos intentado construir una nueva estructura e intentado crecer para reencontrar nuestra capacidad de acción armada clandestina. Al mismo tiempo, queríamos encontrarnos con otros grupos armados, con la RAF, la RZ, y desarrollar junto a ellos una política común, cosa que en ese momento no conseguimos hacer. Una acción de expropiación nos puso de nuevo en grado de realizar acciones. Disfrazados de abogados, hemos conseguido liberar a Tilll Meier de la cárcel de Moabit. Pero en junio de 1978, en Bulgaria, un escuadrón de la BKA nos arrestó trasladándonos hasta la República Federal. He sido condenada a quince años de reclusión, que he pasado completamente en aislamiento o en pequeños grupos, cuanto más formados por tres prisioneros políticos.

2009/05/17

Sin la mujer, no hay revolución

Ya en la primavera de 1968 están activos en la República Federal grupos de mujeres que trabajan específicamente sobre la propia condición de opresión y explotación, sobre la crítica radical a los roles familiares y sociales, sobre la desigualdad entre los sexos. Muchas veces la investigación práctica y teórica de estos grupos se entrelaza con la experiencia de las comunas y de la educación antiautoritaria. Es más concretamente en Berlín, la ciudad más a la vanguardia en el terreno de la contra-cultura, donde opera la Aktionsrat zur Befreiung der Frauen, asociación compuesta unicamente por mujeres pertencientes también al SDS berlinés, y constituida desde los primeros meses del año. Y será este grupo el que origine el conflicto durante un congreso de delegados del SDS en septiembre y luego en noviembre de 1968. Era inaceptable la exclusión casí total de las mujeres en la reunión de la organización. Como tampoco se podía tolerar la relación de subordinación en que se encontraban en las demás actividades del SDS. Durante el congreso de septiembre, la portavoz del Aktionsrat, Helke Sander, expuso una larga resolución en la que se denunciaba la marginación de las mujeres en las estructuras y en el trabajo del SDS, así como el carácter tradicional, patriarcal y jerárquico de las relaciones privadas con los compañeros. La intervención dejó totalmente indiferente al público masculino de la asamablea. Fue entonces que algunas mujeres reaccionaron lanzando tomates contra la mesa de la presidencia. Esta acción tuvo resonancia incluso en prensa, y significa el inicio de un movimiento feminista autónomo que se reúne y discute por separado. En seguida despues del congreso de septiembre se fundan en diferentes ciudades los Weiberräte (consejos de mujeres), los cuales retoman la polémica contra el machismo de la organización durante el congreso de noviembre, el cual elegirá en su directiva federal únicamente a una mujer, la portavoz del Weiberrat de Frankfurt, Monika Steffen.
La protesta de las mujeres durante el otoño del '68 ha sido considerada posteriormente el acta fundacional del movimiento feminista alemán. Ciertamente asestó un golpe definitivo a la ya precaría hegemonía del SDS sobre el movimiento estduiantil y sobre el área de oposición extraparlamentaria.

La crisis de 1966-67

Entre 1966 y 1967 la República federal sufrió una fuerte recesión. Fue mucho más sentida, en cuanto que interrumpía la expansión continua que había acompañado los años de la reconstrucción y del milagro económico de Konrad Adenauer y Ludwig Erdhart. La tasa de desarrollo del producto interior bruto que en 1964 alcanza un 6,7% y en 1965 un 5,6% disminuye en 1966 a 2,9% hasta tocar fondo en 1967 con -0,2%.
La crisis golpea sobre todo a sectores clave de la industria tradicional, tanto del carbón como de la siderurgía, al tiempo que la desocupación reaparece en escena.
El SPD forma gobierno en 1966 comprometiéndose con una política impositiva de apoyo a la economía privada, y una política de intervención pública más centralizada, una racionalización económica y una contención de la conflictividad social que el frente conservador difícilmente podía haber gestionado sin aliados.