2008/09/03

Rudi Dutschke y la lucha armada (Parte II)


El segundo episodio se desarrolló igualmente en febrero de 1968, en Berlín occidental. Tal y como relata la mujer de Dutschke, Gretchen Klotz-Dutschke, en la biografía publicada en 1996, en víspera del congreso internacional de Vietnam recibieron la visita de Giangiacomo Feltrinelli que portaba un cargamento de dinamita. Y en la misma noche el matrimonio Dutschke transportó los explosivos con el carrito de su hijo, llevando también al bebé dormido, a la casa del abogado y cantautor Franz Josef Degenhardt. Poco antes de morir, Dutschke confirmó este transporte que llevaron a cabo. Sin embargo, ante periodistas italianos afirmó que con la dinamita no se perseguían actos terroristas como los de la RAF, sino que más bien se trataba de “violencia contra cosas, pero no violencia contra personas”. Kraushaar afirma que este era el máximo principio de Dutschke. Para reforzar esta afirmación Kraushaar recurre a una entrevista mantenida con Dutschke, en la que éste proclama: “Solamente conocemos un tipo de terror – este es, el terror en contra de las maquinarias inhumanas”. Por otra parte, Kraushaar añade que Dutschke abogaba por ejercer la violencia en contra de los poderosos de los sistemas tiránicos. Después de la visita del Sha de Persia en la RFA dijo, a modo de ejemplo, que el hecho de no haber sido asesinado el Sha por los opositores a su régimen durante su estancia en Alemania, es una “signo de la falta de nivel de nuestra lucha llevada a cabo hasta ahora”.
Hasta donde estaba dispuesto a utilizar la violencia para la consecución de sus objetivos e ideas se muestra, para Kraushaar, en una entrevista de Dutschke con “Stern-TV” en la primavera de 1968. Dutschke afirma que no se estremece de horror ante al uso de la violencia, en el caso que “las pandillas y oligopolios que están en el poder en la República federal no estén por la labor de trazar un camino independiente de la OTAN”. (…)
Es muy interesante el rol de Dutschke en el contexto del Instituto Internacional de Información e Investigación (Internacionales Nachrichten- und Forschungsinstitut, INFI), financiado por Feltrinelli y Peter Weiss. Sobre las actividades del INFI hasta ahora solo se conocen testimonios verbales. Además de Dutschke y Gaston Salvatore, también participaban activamente en el INFI Georg von Rauch, Bommi Baumann y Günter Langer, que más tarde formarían parte de los rebeldes del hachís (movimiento 2 de junio). Entre otras, se dice que en el INFI se planificó en 1969 el atentado de bomba, fallido, contra el presidente norteamericano Richard Nixon durante su visita de presentación en Berlín. Kraushaar menciona en este punto que por entonces Dutschke “ya no se encontraba en Berlín occidental”.
Además de los en parte ya mencionados y publicados textos, diarios y biografías de Rudi Dutschke, se pueden encontrar en el archivo del instituto para la investigación social de Hamburgo apuntes manuscritos y sin elaborar de material que ha dejado Dutschke. Kraushaar confirma que entre ese material se encuentran también textos que tienen que ver con concepciones de la lucha armada. En esos apuntes Dutschke se dedica a la aclaración de sus concepciones teórico-revolucionarias. Constata que “la teoría de la revolución permanente, desarrollada por Mao Tse-Tung en base a los fundamentos de Marx, Lenin y Trotzki, y desarrollada posteriormente por Ho-chi-Minh, Giap, Ché Guevara y F. Fanon, debe ser entendida como un sistema de las transiciones correctas para la abolición del hombre en sufrimiento, deformado por el pasado, de camino a la disolución y eliminación del poder del hombre sobre el hombre”. Junto con estos apuntes, Kraushaar ha podido leer otros del 19 de noviembre de 1967 que se centran en la provocación de incendios como instrumento político. Bajo el concepto clave “acciones de Fritz”, Dutschke enumera, entre otros, “Incendio del palacio de justicia de Viena en 1926”, así como “Llamamiento a prender fuego al palacio de justicia de Berlín – firmado por famosos (¡incluso por mi!)”. Kraushaar entiende que aquí se refería a un llamamiento a manifestarse ante la corte criminal de Moabit. Es allí donde se pretendía juzgar a Fritz Teufel, supuestamente por haber lanzado unas piedras, mientras que Kurras, el jefe de la brigada criminal, que asesinó a Benno Ohnesorg fue absuelto. El 23 de noviembre de 1967, es decir, cuatro días después de haber escrito Dutschke sus apuntes respecto a las “acciones Fritz”, en una ponencia se refiere a los acontecimientos que tuvieron lugar en 1926 cuando fue incendiado el palacio de justicia en Viena, “cuando, al igual que ahora, allí se llevaban a cabo procesos políticos de terror” y 5000 manifestantes impidieron a los bomberos apagar el fuego. Dutschke exigía una acción de este tipo en el caso de que Fritz Teufel fuera condenado. Añade además que “llevamos a cabo acciones que están más allá del derecho vigente”. La consecuencia que sustrae Kraushaar de estas palabras es que por entonces no había nadie que se pudiera comparar con Dutschke que persiguiera con tal vehemencia acciones ilegales y que las intentara justificar.
(…)

La revolución es un levantamiento, un acto de violencia, mediante el cual una clase derroca a la otra”.
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Estamos a favor de la abolición de la guerra, no queremos la guerra, pero la guerra solo puede ser eliminada mediante la guerra: quien no quiere fusil, tiene que echar mano de fusil”.

Extracto de “Wolfgang Kraushaar (2005), Rudi Dutschke und der bewaffnete Kampf (Rudi Dutschke y la lucha armada) en Rudi Dutschke, Andreas Baader und die RAF (Rudi Dutsche, Andreas Baader y la RAF), Hamburgo, por Andreas Klockenbrink