El imperialismo y todos los reaccionarios, vistos en su esencia, a largo plazo, desde un punto de vista estratégico, deben verse como lo que son: tigres de papel. Sobre éste punto de vista deberíamos construir nuestra estrategia. Mao Tse Tung, 1/12/1958.
Si el tigre de papel que es el imperialismo americano puede ser derrotado. Si la táctica de los comunistas chinos son correctas y puede lograrse la victoria sobre el imperialismo americano combatiendo a las fuerzas imperialistas en todas partes, separándolas y derrotándolas por separado. Si estas afirmaciones son correctas, entonces no hay ninguna razón para dejar fuera de la lucha anti-imperialista alguna región o país. Esto es así incluso cuando las fuerzas revolucionarias son particularmente débiles o las fuerzas reaccionarias son particularmente fuertes en dichas regiones o países.
Es erroneo desalentar a las fuerzas revolucionarias subestimándolas. Es también erroneo alimentar disputas entre ellas, que podrían llevarlas a su destrucción. Existe sin duda una tensión entre la Fracción del Ejército Rojo y algunos de nuestros sinceros camaradas (dejaremos aparte a los veletas, por ahora) que militan en organizaciones políticas. Por un lado, nosotros les acusamos de desalentar a las fuerzas revolucionarias; por otro lado, ellos nos acusan a nosotros de presionarlos sin necesidad. Existe una tendencia al faccionalismo en los centros de trabajo y los grupos que ha ido demasiado lejos, entre la Facción del Ejército Rojo y algunos camaradas activos. El dogmatismo y el aventurerirmo son desviaciones características en las fases más débiles de la revolución. Por último, sobre el reproche que nos hacen los anarquistas de que somos unos oportunistas, no hay nada nuevo, ellos siempre han criticado el oportunismo.
El concepto de Guerrilla Urbana viene de América Latina. La situación allí es la misma que aquí: una intervención revolucionaria por parte de fuerzas revolucionarias relativamente débiles.
La Guerrilla Urbana no está esperando a las órdenes de marcha prusianas que algunos llamados revolucionarios esperan para liderar la lucha popular. Cuando el momento ha llegado, la Guerrilla Urbana está completamente preparada para la lucha armada. Ella asume que en un país como la República Federal, con una débil tradición revolucionaria y un potencial masivo para la violencia estatal, dicha intervención revolucionaria es una necesidad. La Guerrilla Urbana asume que las condiciones para la revolución nunca han sido mejores que en el presente, debido a las circunstancias económicas y políticas prevalecientes en el capitalismo tardío.
En este contexto, la Guerrilla Urbana puede ser vista como una consecuencia lógica de la larga tradición de la negación de la democracia parlamentaria por sus propios representantes. La Guerrilla Urbana es la inevitable respuesta a las leyes de emergencia y las “leyes-granadas-de-mano”; a la disposición del sistema para usar todos los medios necesarios para liquidar a sus adversarios. La Guerrilla Urbana se basa en el reconocimiento de estos hechos más que en el intento de disculparlos.
El movimiento estudiantil tiene al menos una experiencia parcial de las tácticas de guerrilla, habiendo traducido algunas de las tácticas usuales de la izquierda, agitación y propaganda, a formas más concretas de lucha. Esto podría verse en la campaña contra Springer o en la campaña contra Carbora-Bassa, llevadas a cabo por los estudiantes de Heidelberg. Resultaba también evidente en la campaña contra la ayuda dada a las burguesías nacionales por la República Federal. También fueron usadas tácticas de guerrilla para poner en evidencia el sistema de justicia, luchando contra la justicia clasista y luchando por la justicia en las fábricas y otros centros de trabajo. La Guerrilla Urbana transforma el discurso sobre el internacionalismo en la práctica de conseguir dinero y armas. Obstruye la táctica estatal de volver irrelevantes a los comunistas organizando un movimiento clandestino que la policía no puede penetrar. La Guerrilla Urbana es un arma de la lucha de clases.
El concepto de Guerrilla Urbana puede y debe ser visto como una lucha armada en el terreno de los métodos de “disparar a matar” de la policía y de la justicia clasista que se las arregla para liberar a Kurras. El sistema enterraría vivos a nuestros camaradas si no se lo impidiéramos. No seremos desmoralizados por la violencia del sistema.
La Facción del Ejército Rojo trata de poner fuera de acción temporalmente partes específicas del aparato de gobierno y seguridad del Estado. Esto destruirá el mito de la invencibilidad del sistema.
El concepto de Guerrilla Urbana conlleva poner en marcha una organización ilegal que incluye pisos francos, armas, munición, coches, documentos, etc. Para ello, el Pequeño manual de Guerrilla Urbana de Marighela enseña lo necesario. Daremos información adicional a quien la necesite para la lucha armada. Podemos no saberlo todo, pero ya hemos aprendido algunas lecciones.
Antes de embarcarse en la lucha armada es importante obtener la experiencia política apropiada. Si vuestro apego por la izquierda revolucionaria tiene que ver más con la moda, entonces vuestro compromiso no podrá ir más allá del punto en el que todavía podéis volveros atrás.
La Facción del Ejército Rojo, uniendo la facción con la práctica política, ha trazado una clara línea divisoria con respecto al enemigo. Como resultado, seremos los que encontrarán una oposición más dura por parte del Estado. Esto implica el logro de una identidad política, así como el hecho de que hemos aprendido ya algunas lecciones importantes.
Nuestro concepto organizativo original nos comprometía a unir a la Facción del Ejército Rojo con activistas de base. Pensábamos participar en los grupos socialistas existentes, trabajar con ellos, influenciar sus debates, ganar experiencia, aprender algunas lecciones. Sin embargo, pronto se volvió obvio que eso no funcionaría. La infiltración de los servicios de seguridad y su conocimiento de los encuentros, agendas y planes, ha llegado a un punto en el que uno no puede hablar libremente. No se puede combinar el activismo político legal con una práctica política ilegal.
Ser una Guerrilla Urbana requiere una serie de de convicciones claras: Tienes que ser insensible a los ataques de los titulares. Todo el rollo de “antisemitas/criminales/mafiosos/asesinos/pirómanos”, que es usado para atacar a los revolucionarios, toda esa mierda no debe afectarte cuando operas como una Guerrilla Urbana.
El sistema estará preparado para usar cualquier medio, incluso escandaloso, para restringir nuestroterreno y mostrar su determinación de enfrentarnos.
No queda ningún medio de comunicación que no tenga, de un modo u otro, el objetivo principal de servir a los intereses del capital. Esto es cierto incluso para los medios de izquierda, cuyas actividades no van más allá de sus subscriptores, sus apoyos, su organización internacional y sus cuadros. Estas actividades juegan en el contexto de las más privadas, casuales, personales y burguesas formas de comunicación. Ninguna publicación escapa del control de los intereses financieros: a través de la publicidad, a través de los periodistas ambiciosos que intentan hacerse un nombre, a través de la televisión y la radio, a través de la concentración de la propiedad de los medios. En el dominio público, el rol dominante lo tiene una poderosa élite. Ellos se reparten el mercado, llenando nichos de mercado y distribuyendo contenidos ideológicos para audiencias específicas. El mensaje de los medios en esencia es… vender. Cualquier cosa que no se pueda vender no tiene valor: las noticias y la información se convierten en mercancías para el consumo, y las publicaciones más populares se encuentran saturadas. Una batalla de audiencias tiene lugar en la televisión. Todo esto es un intento de evitar las contradicciones y antagonismos latentes en la audiencia; las contradicciones que son resaltadas son las que carecen de consecuencias reales. Para conseguir una posición en el mercado debes someterte a las grandes corporaciones mediáticas; por ejemplo, la dependencia de las entidades más pequeñas con respecto a la Corporación Springer crece en proporción a la expansión de Springer, que ha empezado a tragarse a los periódicos locales. Una Guerrilla Urbana no puede esperar nada más que una fuerte hostilidad por parte de estas instituciones. Una Guerrilla Urbana sólo puede orientarse a sí misma por medio de la autocrítica y de la crítica marxista – nada más: “Sólo el que no tiene miedo de ser ejecutado puede atreverse a tirar al rey de su caballo” (Mao).
Formular estrategias de largo alcance o dedicarse a pequeñas tareas, etc., son cosas propias de la Guerrilla Urbana, en el sentido de que ella no sólo habla de estas cosas: actúa. Esto ocurre sin ninguna posibilidad de retorno a algún tipo de vida burguesa. No se puede volver ya a hacer la revolución poniendo carteles en los corchos. Debe haber un deseo, incluso con su pathos inherente, de lo que formulara Blanqui: “El deber de todo revolucionario es luchar, llevar a cabo la lucha, luchar hasta la muerte”. Nunca hubo luchas revolucionarias en las que este principio no fuera aplicado: Rusia, China, Cuba, Argelia, Palestina, Vietnam.
Algunos piensan que no han sido agotadas todas las posibilidades para el trabajo político en la forma de la propaganda, la movilización y la agitación. Mantienen que sólo cuando todas estas avenidas han sido cortadas, debemos recurrir a la lucha armada. Nuestra respuesta: Nunca será posible explotar totalmente estas vías políticas, y la lucha armada es parte integrante del proceso de politización. La identificación estratégica de los reaccionarios como tigres de papel es el resulta de su identificación táctica como lo que realmente son: criminales, explotadores y asesinos.
No vamos a fanfarronear acerca de la lucha armada – vamos a llevarla a cabo. La liberación de Andreas Baader no fue hecha por motivos publicitarios – queríamos sacar de la prisión a nuestro camarada. Los robos de bancos que los policías nos atribuyen – sólo los hicimos para conseguir un poco de dinero. El “éspléndido éxito” al que se refiere Mao cuando “el enemigo te pinta con los colores más oscuros” ocurrirá cuando consigamos resultados. Estamos en deuda con nuestros camaradas de Latinoamérica por nuestros progresos. Ellos ya han establecido una clara línea divisoria con respecto al enemigo. El gobierno está preocupado de que ocurra lo mismo aquí. Ya han afirmado que se “levantarán vigorosamente contra nosotros” – y ello cuando lo único que ha ocurrido es que somos sospechosos de unos pocos robos de bancos. ¡La gran protesta contra nosotros da la impresión de que la Facción del Ejército Rojo ya es del todo operativa!
Extraído de "El concepto de Guerrilla Urbana", manifiesto fundacional de la RAF, atribuido a Ulrike Meinhof.
Si el tigre de papel que es el imperialismo americano puede ser derrotado. Si la táctica de los comunistas chinos son correctas y puede lograrse la victoria sobre el imperialismo americano combatiendo a las fuerzas imperialistas en todas partes, separándolas y derrotándolas por separado. Si estas afirmaciones son correctas, entonces no hay ninguna razón para dejar fuera de la lucha anti-imperialista alguna región o país. Esto es así incluso cuando las fuerzas revolucionarias son particularmente débiles o las fuerzas reaccionarias son particularmente fuertes en dichas regiones o países.
Es erroneo desalentar a las fuerzas revolucionarias subestimándolas. Es también erroneo alimentar disputas entre ellas, que podrían llevarlas a su destrucción. Existe sin duda una tensión entre la Fracción del Ejército Rojo y algunos de nuestros sinceros camaradas (dejaremos aparte a los veletas, por ahora) que militan en organizaciones políticas. Por un lado, nosotros les acusamos de desalentar a las fuerzas revolucionarias; por otro lado, ellos nos acusan a nosotros de presionarlos sin necesidad. Existe una tendencia al faccionalismo en los centros de trabajo y los grupos que ha ido demasiado lejos, entre la Facción del Ejército Rojo y algunos camaradas activos. El dogmatismo y el aventurerirmo son desviaciones características en las fases más débiles de la revolución. Por último, sobre el reproche que nos hacen los anarquistas de que somos unos oportunistas, no hay nada nuevo, ellos siempre han criticado el oportunismo.
El concepto de Guerrilla Urbana viene de América Latina. La situación allí es la misma que aquí: una intervención revolucionaria por parte de fuerzas revolucionarias relativamente débiles.
La Guerrilla Urbana no está esperando a las órdenes de marcha prusianas que algunos llamados revolucionarios esperan para liderar la lucha popular. Cuando el momento ha llegado, la Guerrilla Urbana está completamente preparada para la lucha armada. Ella asume que en un país como la República Federal, con una débil tradición revolucionaria y un potencial masivo para la violencia estatal, dicha intervención revolucionaria es una necesidad. La Guerrilla Urbana asume que las condiciones para la revolución nunca han sido mejores que en el presente, debido a las circunstancias económicas y políticas prevalecientes en el capitalismo tardío.
En este contexto, la Guerrilla Urbana puede ser vista como una consecuencia lógica de la larga tradición de la negación de la democracia parlamentaria por sus propios representantes. La Guerrilla Urbana es la inevitable respuesta a las leyes de emergencia y las “leyes-granadas-de-mano”; a la disposición del sistema para usar todos los medios necesarios para liquidar a sus adversarios. La Guerrilla Urbana se basa en el reconocimiento de estos hechos más que en el intento de disculparlos.
El movimiento estudiantil tiene al menos una experiencia parcial de las tácticas de guerrilla, habiendo traducido algunas de las tácticas usuales de la izquierda, agitación y propaganda, a formas más concretas de lucha. Esto podría verse en la campaña contra Springer o en la campaña contra Carbora-Bassa, llevadas a cabo por los estudiantes de Heidelberg. Resultaba también evidente en la campaña contra la ayuda dada a las burguesías nacionales por la República Federal. También fueron usadas tácticas de guerrilla para poner en evidencia el sistema de justicia, luchando contra la justicia clasista y luchando por la justicia en las fábricas y otros centros de trabajo. La Guerrilla Urbana transforma el discurso sobre el internacionalismo en la práctica de conseguir dinero y armas. Obstruye la táctica estatal de volver irrelevantes a los comunistas organizando un movimiento clandestino que la policía no puede penetrar. La Guerrilla Urbana es un arma de la lucha de clases.
El concepto de Guerrilla Urbana puede y debe ser visto como una lucha armada en el terreno de los métodos de “disparar a matar” de la policía y de la justicia clasista que se las arregla para liberar a Kurras. El sistema enterraría vivos a nuestros camaradas si no se lo impidiéramos. No seremos desmoralizados por la violencia del sistema.
La Facción del Ejército Rojo trata de poner fuera de acción temporalmente partes específicas del aparato de gobierno y seguridad del Estado. Esto destruirá el mito de la invencibilidad del sistema.
El concepto de Guerrilla Urbana conlleva poner en marcha una organización ilegal que incluye pisos francos, armas, munición, coches, documentos, etc. Para ello, el Pequeño manual de Guerrilla Urbana de Marighela enseña lo necesario. Daremos información adicional a quien la necesite para la lucha armada. Podemos no saberlo todo, pero ya hemos aprendido algunas lecciones.
Antes de embarcarse en la lucha armada es importante obtener la experiencia política apropiada. Si vuestro apego por la izquierda revolucionaria tiene que ver más con la moda, entonces vuestro compromiso no podrá ir más allá del punto en el que todavía podéis volveros atrás.
La Facción del Ejército Rojo, uniendo la facción con la práctica política, ha trazado una clara línea divisoria con respecto al enemigo. Como resultado, seremos los que encontrarán una oposición más dura por parte del Estado. Esto implica el logro de una identidad política, así como el hecho de que hemos aprendido ya algunas lecciones importantes.
Nuestro concepto organizativo original nos comprometía a unir a la Facción del Ejército Rojo con activistas de base. Pensábamos participar en los grupos socialistas existentes, trabajar con ellos, influenciar sus debates, ganar experiencia, aprender algunas lecciones. Sin embargo, pronto se volvió obvio que eso no funcionaría. La infiltración de los servicios de seguridad y su conocimiento de los encuentros, agendas y planes, ha llegado a un punto en el que uno no puede hablar libremente. No se puede combinar el activismo político legal con una práctica política ilegal.
Ser una Guerrilla Urbana requiere una serie de de convicciones claras: Tienes que ser insensible a los ataques de los titulares. Todo el rollo de “antisemitas/criminales/mafiosos/asesinos/pirómanos”, que es usado para atacar a los revolucionarios, toda esa mierda no debe afectarte cuando operas como una Guerrilla Urbana.
El sistema estará preparado para usar cualquier medio, incluso escandaloso, para restringir nuestroterreno y mostrar su determinación de enfrentarnos.
No queda ningún medio de comunicación que no tenga, de un modo u otro, el objetivo principal de servir a los intereses del capital. Esto es cierto incluso para los medios de izquierda, cuyas actividades no van más allá de sus subscriptores, sus apoyos, su organización internacional y sus cuadros. Estas actividades juegan en el contexto de las más privadas, casuales, personales y burguesas formas de comunicación. Ninguna publicación escapa del control de los intereses financieros: a través de la publicidad, a través de los periodistas ambiciosos que intentan hacerse un nombre, a través de la televisión y la radio, a través de la concentración de la propiedad de los medios. En el dominio público, el rol dominante lo tiene una poderosa élite. Ellos se reparten el mercado, llenando nichos de mercado y distribuyendo contenidos ideológicos para audiencias específicas. El mensaje de los medios en esencia es… vender. Cualquier cosa que no se pueda vender no tiene valor: las noticias y la información se convierten en mercancías para el consumo, y las publicaciones más populares se encuentran saturadas. Una batalla de audiencias tiene lugar en la televisión. Todo esto es un intento de evitar las contradicciones y antagonismos latentes en la audiencia; las contradicciones que son resaltadas son las que carecen de consecuencias reales. Para conseguir una posición en el mercado debes someterte a las grandes corporaciones mediáticas; por ejemplo, la dependencia de las entidades más pequeñas con respecto a la Corporación Springer crece en proporción a la expansión de Springer, que ha empezado a tragarse a los periódicos locales. Una Guerrilla Urbana no puede esperar nada más que una fuerte hostilidad por parte de estas instituciones. Una Guerrilla Urbana sólo puede orientarse a sí misma por medio de la autocrítica y de la crítica marxista – nada más: “Sólo el que no tiene miedo de ser ejecutado puede atreverse a tirar al rey de su caballo” (Mao).
Formular estrategias de largo alcance o dedicarse a pequeñas tareas, etc., son cosas propias de la Guerrilla Urbana, en el sentido de que ella no sólo habla de estas cosas: actúa. Esto ocurre sin ninguna posibilidad de retorno a algún tipo de vida burguesa. No se puede volver ya a hacer la revolución poniendo carteles en los corchos. Debe haber un deseo, incluso con su pathos inherente, de lo que formulara Blanqui: “El deber de todo revolucionario es luchar, llevar a cabo la lucha, luchar hasta la muerte”. Nunca hubo luchas revolucionarias en las que este principio no fuera aplicado: Rusia, China, Cuba, Argelia, Palestina, Vietnam.
Algunos piensan que no han sido agotadas todas las posibilidades para el trabajo político en la forma de la propaganda, la movilización y la agitación. Mantienen que sólo cuando todas estas avenidas han sido cortadas, debemos recurrir a la lucha armada. Nuestra respuesta: Nunca será posible explotar totalmente estas vías políticas, y la lucha armada es parte integrante del proceso de politización. La identificación estratégica de los reaccionarios como tigres de papel es el resulta de su identificación táctica como lo que realmente son: criminales, explotadores y asesinos.
No vamos a fanfarronear acerca de la lucha armada – vamos a llevarla a cabo. La liberación de Andreas Baader no fue hecha por motivos publicitarios – queríamos sacar de la prisión a nuestro camarada. Los robos de bancos que los policías nos atribuyen – sólo los hicimos para conseguir un poco de dinero. El “éspléndido éxito” al que se refiere Mao cuando “el enemigo te pinta con los colores más oscuros” ocurrirá cuando consigamos resultados. Estamos en deuda con nuestros camaradas de Latinoamérica por nuestros progresos. Ellos ya han establecido una clara línea divisoria con respecto al enemigo. El gobierno está preocupado de que ocurra lo mismo aquí. Ya han afirmado que se “levantarán vigorosamente contra nosotros” – y ello cuando lo único que ha ocurrido es que somos sospechosos de unos pocos robos de bancos. ¡La gran protesta contra nosotros da la impresión de que la Facción del Ejército Rojo ya es del todo operativa!
Extraído de "El concepto de Guerrilla Urbana", manifiesto fundacional de la RAF, atribuido a Ulrike Meinhof.