2008/02/27

Apuntes biográficos sobre Ulrike Meinhof


A la hora de integrarse en la RAF, Ulrike Meinhof posee la particularidad de tener un pasado bastante largo como militante y haberse beneficiado en tanto que editorialista de Konkret de una cierta notoriedad en el seno de la izquierda alemana. Sin embargo, en tanto que antigua militante del KPD[1], representa otra tendencia. Las relaciones entre el KPD y el SDS nunca han sido muy estrechas: Ulrike Meinhof y su marido, acusados de querer instrumentalizar el SDS en beneficio del KPD, fueron excluídos de la organización estudiantil. Hasta 1967, Ulrike Meinhof ha permanecido pues al margen de esta izquierda antidogmática que estuvo en el orígen del movimiento estudiantil.

Ulrike Meinhof creció en un medio socialdemócrata de izquierdas. La mujer que se hizo cargo de su educación tras el fallecimiento de su madre, Renate Riemeck, militaba desde el final de la guerra en el SPD que abandonó tras el congreso de Bad Godesberg. Con otros disidentes del partido, fundó el DFU[2] y se implicó en la lucha contra la rearme de Alemania y contra su ingreso en la OTAN. Ulrike Meinhof ha participado desde muy jóven en la lucha contra el rearme militar y nuclear que reunía por aquel entonces principalmente por igual a cristianos progresistas que a comunistas. Con Peter Meier, estudiante de teología, y Jürgen Seifert, estudiante de Ciencias Políticas, publica durante el año 1958 en Münster un periódico panfletario, Das Argument, que defiende la causa antinuclear. En Enero de 1959, Ulrike, elegida delegada por sus compañeros de Münster participa en un congreso de estudiantes contra la bomba atómica en la Universidad Libre de Berlin, que reúne a 318 delegados que representan a los 20 comités del movimiento antinuclear de Alemania Occidental y de Berlin Oeste. Allí conoce a Klaus Rainer Röhl, miembro del KPD y director de la revista Konkret quien, próximo a la izquierda comunista, defiende la causa antinuclear. Ya desde Septiembre de 1959 Ulrike empieza a escribir artículos para la revista. Un año más tarde se convierte por entero en miembro de la redacción y deja Münster para instalarse en Hamburgo, abandonando de esta manera sus estudios.

Desde ese momento milita en el KPD y se hace redactora jefe de Konkret. En Diciembre de 1961, Ulrike Meinhof se casa con Klaus Rainer Röhl y tienen, poco tiempo después, dos niñas. Empieza a realizar emisiones tanto para la radio como para la televisión, y escribe a veces artículos para importantes periódicos o revistas. Evoluciona entonces entre la burguesía “intelectual y progresista de Hamburgo”. Durante varios años, Ulrike llevará al mismo tiempo y sin aparente contradicción su carrera de periodista y su vida militante. Sin embargo, su vida privada, relativamente burguesa, le parece cada vez más opuesta a su compromiso. Su relación con Klaus Rainer Röhl se degrada, personaje este bastante cínico que ha llegado al punto de introducir “rúbricas pornográficas” en Konkret[3] para poner así remedio a la situación deficitaria de la revista. En Diciembre de 1967, Ulrike marcha para Berlin con sus dos hijas y deja de ejercer actividades como redactora jefe en Konkret pero sigue escribiendo con regularidad artículos para la revista aún durante un año más.

A partir de 1967/68, Ulrike Meinhof orienta su periodismo hacia uno de tipo social. Escribe denunciando la miseria de la escuela, de las viviendas obreras, de las cárceles, de los centros de menores, lo que le acerca a los militantes del SDS y a grupos de intervención movilizados en este terreno. Es para situarse en el corazón de la revuelta que ha cambiado Hamburgo por Berlin. Cuando en 1968, el KPD es legalizado bajo las nuevas siglas de DKP, abandona su pertenencia al mismo. Aún siendo percibida por muchos en esencia como periodista, participa en el movimiento estudiantil no sólo como testigo sino en tanto que actor. También ella será acusada de participar en las violentas manifestaciones contra Springer. Como recuerda su hermana, ya no basta con “escribir sobre…”, quiere “trabajar con…”. Uno a uno, va cortando con todos los hilos que la unían con su vida anterior y con cierta sociedad: la familia, la pareja, el éxito profesional…

Es entre 1968 y 1970 que se tejen los primeros lazos entre Ulrike Meinhof y los futuros miembros de la RAF, mientras que durante el transcurso de intensas discusiones la concepción de la guerrilla urbana aparece y se impone como perspectiva política. Para Ulrike Meinhof, quien siempre ha demostrado en extremo ser consecuente, el paso a la lucha armado se inscribe como continuación de su compromiso. A partir del momento en el que esta política le aparece como justa y necesaria, el paso a la práctica se impone. En este sentido, pese a las apariencias, no existe ruptura en la trayectoria política de Ulrike, sino que bien al contrario una remarcable continuidad. Es la pertenencia de Ulrike Meinhof al grupo lo que permite establecer un hilo conductor entre la RAF y la izquierda de los años cincuenta que combatió contra el rearme, izquierda que se ha sentido despreciada por la nueva orientación adoptada por el el partido socialdemócrata.

Ulrike Meinhof no es representativa de la primera ola de militantes de la RAF quienes, en su mayoría, se han politizado con el movimiento estudiantil. Es inútil buscar las razones del compromiso político en el terreno de la psicología y en los azares de la biografía del individuo aislado, en la parte de su vida que no le pertenece, la familia, la escuela,... todo ello muy a pesar que el primer paso hacia la lucha armada sea individual.
[1] KPD (Kommunistische Partei Deutschlands): prohíbido en 1956 y forzado a la clandestindad. Se autoriza su reforma bajo las nuevas siglas de DKP (Deutsche Kommunistische Partei).
[2] DFU (Deutsche Friedens Union): unión alemana por la paz. Organización creada en 1960 por militantes del SPD que no aprueban la nueva deriva tomada por el partido. Antiguos miembros del KPD se unen a ellos. Pese a la demanda del SPD, se acusa al DFU de estar relacionado con el SED de Berlin Oriental, no fue llevado ante el tribunal constitucional.
[3] Esta nueva trayectoria podría ser interpretada como una transgresión en relación con el pudor que muestra el KPD pero Röhl se contenta con los habituales estereotipos que, bajo el paraguas de la liberación sexual, dan prueba de cierto desprecio hacia la mujer.