Discusión celebrada en la Rote Fabrik de Zurich, en 1997
-Christine Kuby: la guerra psicológica llevada a cabo contra las mujeres se hizo mucho más dura hacia la mitad de los años Setenta, cuando muchas de las compañeras estaban en busca y captura. El Estado veía una particular amenaza en el hecho que las mujeres se armasen, porque esto significaba infringir en diferentes facetas los roles pre-establecidos, rompiendo no solo con el monopolio estatal de la fuerza, sino que además con la imagen del rol de los hombres. Al inicio, las mujeres militantes eran representadas como mero accesorio, como oprimidas o como compañeras. La representación de la relación entre Gudrun, Ulrike y Andreas constituye un claro ejemplo. Puedo leer un par de citas recogidas en 1979 durante mi proceso. (...)
...he aquí [también] un ejemplo proveniente de "Kriminalistik" de julio de 1976: "las menstruaciones son prácticamente el problema más importante. En Alemanía Occidental, al final de 1958, eran 12.448.000 mujeres en una edad comprendida entre los catorce y los cuarenta y cinco. Si se restan los números de embarazos y se multiplica, con cautela, el número de las "debilidades femeninas" en vez de por trece solo por seis, se obtienen en el curso del año 75 millones de fases de riesgo. La vida de una nación está llena de posibilidades de crisis que nosotros, en su mayoría, ni tan siquiera podemos llegar a imaginar. Si la mujer revolucionaria asume el rol de fermento, o si cualquier mujer superdotada es empujada por una conciencia disfuncional en el desempeño de un cargo importante, por muchas y diversas razones y en periodos convulsos, esta mujer representa una excepcional amenaza para el sistema".
En este contexto podemos introducir aquí un comunicado del jefe de la BKA, Herold, y difundido por el Spiegel, según el cual las mujeres de la RAF regulaban entre ellas los periodos de la menstruación gracias a la píldora. Esto ya vendría siendo verificado mediante el examen de las compresas encontradas en sus "guaridas". Ahora os reís todos: es cierto que hoy parece algo divertido, pero es así que se construía esa imagen, por una máquina de combate mistificadora de todo lo que para nosotras era importante.