Este trabajo se basa en el convencimiento político que el carácter contradictorio de la socialización del niño proletario tan solo puede ser suprimido mediante una práctica educativa directa, organizada y anticapitalista – como parte y expresión de la lucha de clases proletaria.
(…) Esta concepción se pretende presentar a través de material histórico del proceso de socialización del niño proletario bajo condiciones sociales de luchas de clases abierta y – para el niño – contradicciones de clase vividas como experiencias directas.
Esta realidad histórica permite documentar tanto las consecuencias que tiene la posición de clase proletaria sobre cada niño de clase obrera– su discriminación y explotación -, como el significado que tiene la organización de la lucha proletaria para el despliegue de las capacidades y posibilidades de estos niños.
(…) En general se puede decir que la función de una educación proletaria organizada en el capitalismo solo puede consistir en aportar al niño un marco seguro y de orientación dentro del cual pueda luchar de forma colectiva contra las consecuencias individualizadoras y discriminadoras del entorno capitalista sobre su desarrollo físico y psíquico. La organización (…) es la que permite la formación de colectivos de niños estables.
Con esto quedan unidas políticamente las condiciones externas (que posibilitan las capacidades sociales colectivas y de lucha, provenientes de un despliegue de su posición de clase) con la existencia de la organización de la lucha de la clase obrera.