"La Patriota" es el film donde se enmarca de manera más perfecta el tema central de trabajo de Kluge: la formación de una nueva conciencia histórica. "La historia es materia bruta, no es piadosa ni blanda". A fin de quebrarla derramando lo derramado, dejando que lo reprimido salga a flote y que los muertos salgan a la vida, Kluge y Beate Mainka-Jellinghaus han hecho gala de toda su habilidad para el montaje.
En Enero de 1972, el canciller de Alemania Federal, el socialdemócrata Willy Brandt, institucionaliza lo que se vino en llamar Decreto Anti-radicales (Radikalenerlass). Bajo esta legislación, a la gente que se considera radical, se le prohibe acceder al empleo público, se la inhabilita profesionalmente (Berufsverbot). En gran medida fueron afectados por esta ley ad hoc los educadores. Cabe recordar que el único precedente está en una ley del año 1933 que perseguía del mismo modo a la población judía, a los artistas y a la oposición política al gobierno Nazi alemán.