2009/06/09

Llegará un día tan maravilloso como el de hoy

"Con la ganzúa siempre a mano, ninguna casa ofrecía resistencia. Cogíamos del frigorífico lo que necesitabamos para sobrevivir, y lo demás, ya fuese dinero o joyas, lo dejábamos. En los supermercados robábamos todo lo que nos gustaba. Llevábamos fuera los carritos llenos y volcábamos el botín al interior de nuestras coloreadas furgonetas. Nunca nos acordábamos de pasar por caja... Nadie tenía ganas de estudiar cosas como física, química o derecho. Sabíamos que la física terminaba en la bomba atómica, o algo peor aún. Con la química la única posibilidad es envenenar la agricultura de los campos; si no la industria farmaceútica ofrece resultados todavía más escabrosos; mientras que los juristas por su parte deben recitar el papel que oculta el derecho natural "
En Villa Pánico (Florencia), el próximo día 10 de junio, se presenta el material que Sergio Rossi ha reunido despues de un largo trabajo de traducción, doblaje de documentales realizados en Alemania e incluso la publicación de su polémico proyecto de fin de carrera. Este último es el que lleva por título: “Un día tan maravillos como el de hoy. El movimiento 2 de Junio y la guerrilla urbana en Alemanía Federal 1972/ 1980", en el que cuenta las etapas de un grupo de estudiantes, apréndices, rockers, beats, ocupas, antimilitaristas en el explosivo ambiente contracultural de Berlín Occidental. Todos ellos, protagonistas de experiencias radicales como la de los rebeldes del Hachís, que se oponían con la guerrilla urbana a las detenciones de quienes se fumase un simple porro en la discoteca. De aquí surgen, en este periodo, numerosas siglas que protagonizan un serie de sabotages entre los años 1969 y el 1971, de donde nace el "Movimiento 2 de Junio" que ocupa las portadas de los medios internaciones con el secuestro de Lorenz, lo que permite la liberación de cinco prisioneros políticos. Durante esta acción la policía fue ridiculizada por "un grupo de anarquistas" que consiguió distribuir 30.000 panfletos en los que se explicaba las relaciones entre la mafia política y la editorial del empresario secuestrado. ¡¿Cómo olvidar el posterior atraco al Schokoküsse, en las que se tranquilizaba a los clientes más asustados ofreciéndoles pastelitos de chocolate?!