Milán, 9 de diciembre de 1968
¡Querido J.Bachmann!
No tienes por qué ponerte nervioso. Lee esta carta o deshazte de ella.
Querías acabar conmigo. Pero de haberlo logrado, la camarilla dominante, de Kiesinger a Springer, de Barzel a Thedden, habría terminado después contigo.
Éste es mi consejo:
No te ejes atacar, ataca a la camarilla dominante. ¿Por qué te han condenado hasta este momento a una vida de pistolero? ¿Por qué querías destruirte y contigo, destruir a las masas dependientes de nuestro pueblo explotado, destruir tu fantasía, la posibilidad de tu desarrollo? ¿Por qué hemos de ser nosotros a quienes siempre se nos haga arrodillar y eliminar?
Para quienes están en las instituciones dominantes, para los representantes del capital, para los partidos políticos y los sindicatos, para los agentes de la maquinaria bélica y de los “medios de comunicación contra el pueblo”, para los fascistas de partido en contra de las masas, que se encuentran en todas partes, para todos ellos deben trabajar las masas a diario.
Durante los pocos días de la revolución alemana de 1918, las masas consiguieron, con su lucha, la jornada laboral de 8 horas. Cincuenta años después todo nuestro pueblo lucha por poder mantenerse, y aún sufrir, como desde siempre ha ocurrido, sólo que de una forma inhumana “menos desagradable”. Los estudiantes e intelectuales han participado hasta el momento en su tarea de explotación.
Para nosotros, los estudiantes sólo útiles cuando regresan finalmente al pueblo. Los intelectuales y artistas deben vincular también en última instancia sus fantasías creativas con a vida del pueblo, trabajar para él, apoyarlo, modificarlo y modificarse a sí mismos en el proceso. ¿Qué te parece esta propuesta?
He trabajado durante años en los campos y en las fábricas. Muchos de nosotros, que recién terminamos nuestros estudios universitarios, pasamos a integrarnos en grupos en el proceso productivo, para preparar la revolución. Así que no nos dispares: lucha por ti y por tu clase. Deja de intentar suicidarte, el socialismo antiautoritario también guarda un lugar para ti.
Rudi Dutschke.
P.S.: Como no espero que recibas esta carta de los representantes del Estado, se la entrego a los así llamados medios de comunicación de todo el mundo.
Traducción de Àngel Ferrero para la revista Viejo Topo mayo de 2010